“Es importante que se
invierta en investigación porque al final nos beneficiamos todos”. No es un
científico quien lo dice, sino una persona que precisamente se ha beneficiado
de esa investigación que reclama. Se llama Juana, tiene 75 años, y padece temblor
esencial desde hace 12 años. En los dos últimos años se había agravado tanto
que le dificultaba comer, hablar, escribir o incluso permanecer de pie. Sin
embargo, ahora puede estar frente a un grupo de periodistas para explicarles
cómo ha cambiado su vida después del tratamiento al que ha sido sometida.
«Ahora puedo estar de pie», dice sonriente ante la invitación a sentarse de uno
de los neurólogos del equipo médico que la ha atendido.
Juana atiende las
indicaciones del doctor Obeso, durante la intervención no invasiva con HIFU
Juana atiende las
indicaciones del doctor Obeso durante la intervención no invasiva con HIFU
Ha sido posible gracias a
una técnica basada en ultrasonidos, los mismos que se utilizan en las
ecografías. Pero a diferencia de estos, que son inocuos, los que han permitido
controlar el temblor de Juana actúan como una especie de bisturí capaz de
eliminar tejidos. Ya se usaba para tratar algunas formas de cáncer y ahora también
empieza a utilizarse para tratar patologías del cerebro sin tener que recurrir
a la cirugía.
La técnica se denomina
Ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU, por su siglas en inglés).
Con ella el equipo médico del Centro Integral de Neurociencia A.C. HM CINAC ha
logrado acabar con la «actividad oscilatoria anómala que ocurría en el cerebro
de Juana y que era la causante de su temblor», explica José Obeso, director del
centro. Esa actividad neuronal puede registrarse y oírse, explica Obeso, y
conecta una grabación que suena como los aplausos acompasados de un grupo de
personas. La producen miles de neuronas al activarse de forma simultánea en el
cerebro, se trasmite hasta la médula espinal y de ahí a los músculos, que
tiemblan sin control. El siguiente vídeo muestra cómo se aplican los
ultrasonidos de alta intensidad para controlar el temblor.
En total ocho pacientes
tratados en HM CINAC se han beneficiado de la investigación realizada en esta
nueva técnica, que promete se útil en otras muchas patologías que afectan al
cerebro, como explicaba el doctor Obeso. También las personas con enfermedad de
Párkinson pueden recurrir a esta técnica que se realiza de forma ambulatoria
para controlar el temblor que en ocasiones puede llegar a ser muy incapacitante.
De momento se está aplicando a personas en las que por edad la cirugía para
implantar un “marcapasos cerebral” se descarta, pero los investigadores de HM
CINAC confían en que podrá extenderse a otras edades.
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